Porque algo cambio en ella aquel día, porque notaba un mirar frió
en sus ojos y un hablar pausado y aterrador. Porque la amaba y me dolió pero
marche de su lado, ya no era la chica que lo daría todo por mí, no era el
terremoto de alegre que durante esos meses fue capaz de hacerme sonreír como a
un tonto, y porque soy un necio que sigo llorando su ausencia, buscando en
otros ojos aquellos destellos e inseguridad.
De nuestro adiós
ya han pasado años pero recuerdo sus frases de aquella noche, sus: "Te
quiero, descansa" que cortaban como garras el alma.
Porque aún
recuerdo como me miraba, como si no estuviera y a través de mí viera el vacío.
Porque me perdió
ella a mí y días después la perdí yo a ella que sigo buscando respuestas.
Porque siento que
no la olvido y aun la AMO que sigo escribiéndole cartas que nunca envió.
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