¡Que postura!¿Que mirar!
Tan perdida y tan bonita.
La primera vez que la vi estaba sentada en la cafetería de enfrente, sostenía un libro entre las manos mientras se tomaba en cortos sorbos un te. Podría describir de mil formas su belleza, la delicadeza de sus gestos, su blanca piel, tan fina, dulce... y con un mirar tan triste.
He buscado el valor y el coraje de dirigirle la palabra pero no lo he encontrado, pues a tan alta clase pertenece que ninguna oportunidad tendría.
Muchos me tacharían de cobarde, pero peco de precavido, no quisiera ni me perdonaría romper sus pensamientos, tan profundos que sin conocerlos hasta ami me cautivan.Yo la observo mientras espero,en la otra orilla, que se haga de noche.Pierdo el oremus entre esos labios de un rojo tan vivo que parecen arder, los cabellos que se escapan de tan elegante recogido ondulaban libres con la brisa.
¿Ya se marcha? Que rápido pasa en tiempo. Mañana sera otro día.
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