Es una extraña leyenda de ángeles que nadie a visto, que nadie puede ver y probablemente nunca existieron...
Las lagrimas le
impidieron continuar, ya no podía escribir, le pesaban los metales de las manos,
le dolía el cuerpo, el corazón, era un esclavo más, sin poder, sin voz, que tras
las rejas de una vieja carreta recorría pueblos y ciudades sin detenerse ni una
sola vez, hambriento y escondido entre los mayores escribía en un pedazo de
tela lo que su boca no dejaba salir, apenas lograba encontrar con que escribir, y
hasta a veces era la sangre de otros la
que contaba la historia, los días son tan largos que des de que murieron sus
padres dejo de contarlos, son tantos sus nombre y tan diferentes sus dueños que
ya ha olvidado sus sueños, su procedencia, sus raíces...
-Los hijos de esclavos morirán
como esclavos-